Disfrutar de un entorno como el de Abrucena, en una casa con todas las comodidades, con exquisita limpieza y cuidada decoración, y con el trato siempre agradable, predispuesto y cercano de sus propietarios, Encarna y Paco, no tiene precio.Este es el tercer invierno consecutivo que nos alojamos en las casas rurales La Jirola y estamos convencidos de que no será el último. A pesar del frío, merece la pena acudir a La Jirola en invierno, época en la que se puede ver una blanca Sierra Nevada y disfrutar de un magnífico cielo estrellado. No obstante, nos estamos planteando repetir en verano… Y es que nos quedamos con las ganas de probar la nueva piscina del recinto rural.Gracias por todo Encarna y Paco,¡Nos vemos pronto!